Imaginar una torre multiclínica con todos los servicios a modo del torso humano. Arquitectura antropomórfica.

El proyecto erige una torre orgánica en un lugar aún por decidir en la ciudad de Murcia. La torre pretende ser un icono para la ciudad en el siglo XXI, potenciando el desarrollo sostenible y el uso de fuentes de energía alternativas.
La doble piel de vidrio curvado minimiza las pérdidas térmicas en invierno, y en verano crea un espacio de aislamiento entre las temperaturas externas y el interior del edificio, reduciendo al mínimo la necesidad de refrigeración artificial.
Esta dermis es contenedor de los diferentes órganos del edificio, que son las diferentes funciones definidos por el programa. Estos elementos volumétricos están distribuidos dentro del contenedor y codificados por color, haciendo muy fácil la orientación del usuario dentro del edificio.
La epidermis contiene una malla de material metálico, que ayuda a proteger el interior del soleamiento de sur y poniente, aún manteniendo la transparencia.
En la fachada norte, la dermis está seccionada para mostrar los contenidos del organismo, a modo de imagen diagnóstica, (TAC o rayos X). Esta fachada está acristalada, y la entrada al edificio está situada aquí.